Participaciones
Obituario del día 24-04-2024
Salta, Capital

Religion

ARRIETA, Nilda Lucrecia (Chaly Terroba)

Q.E.P.D.

Falleció el 19/04/2024. La Gran Chaly ha partido al infinito llevándose su hermosa y fecunda historia de vida docente y gremial que tuve la suerte de conocer y compartir. Al frente de la inolvidable ADP durante muchos años, ella levantó las banderas de la reivindicación, con garra, firmeza y tesón, a pesar de no disfrutar de un sistema democrático que garantizara libertad gremial. Eran tiempos de lucha, de coraje, de compromiso, transparencia y perseverancia que demostró con hechos: concretar el sueño maravilloso de contar con el primer Barrio Docente que benefició a muchísimos maestros que proveníamos del interior, gestión plagada de vicisitudes que no doblaron su carácter hasta lograr el objetivo propuesto. Eso era Chaly: bravura de la buena, incansable en sus actividades gremiales y docentes en las que le tocó batallar contra las adversidades de toda índole, como el dolor de haber perdido un hijo en terribles circunstancias con una tremenda entereza y templanza. Esa Chaly que yo recuerdo con afecto y gratitud, me inició en el camino del gremialismo auténtico, en el que se luchaba en pos de los derechos docentes, sin miedo, con enorme seguridad, honestidad y convicción. Admiré a esa Chaly respetuosa de la libertad de pensamiento de sus afiliados, luchadora, honesta, criticada y a veces no valorada. Pero jamás nadie dirá que perteneció a la casta gremial enriquecida indebidamente. Eso fue Chaly, la Secretaria General de ADP, con mayúsculas, que confió en mí, joven docente de campo, hacen más de 50 años, para estar al frente de la primera delegación del gremio en Apolinario Saravia, que me orientó y apoyó a desempeñar mi tarea como primera delegada por Anta, de una recién conformada CTERA. En esta triste despedida sólo puedo decirle: gracias por las enseñanzas, por su afecto, por su generosidad, por su alegría, por su apoyo personal en distintas circunstancias de mi existencia, como cuando nacieron mis hijos y pude contar con un gremio sólido, solidario y generoso. Que su alma descanse en paz y goce de la luz Eterna que no tiene fin y que su querida familia, a la que le envío un fuerte abrazo, encuentre consuelo ante tan triste pérdida. Con enorme agradecimiento. Belda Zenteno y Carlos Nieva

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